EL PACTO MUNDIAL DE LAS NACIONES UNIDAS Y EL PAPEL DEL SECTOR PRIVADO EN EL CUMPLIMIENTO DE LA AGENDA 2030

 

Firma del Convenio de Colaboración entre el CCE y el Pacto Mundial México con el Gobierno de México (imagen obtenida del sitio oficial de la Red Pacto Mundial México)

El pasado 27 de mayo los organismos que conforman el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Pacto Mundial México firmaron un Convenio de Colaboración con el Gobierno de México para promover entre sus agremiados el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La Federación de Cámaras de Comercio del estado de Jalisco (FECANACO) analiza en este artículo el contexto del Pacto Mundial de las Naciones Unidas; los alcances del Convenio de Colaboración; los 10 principios que abarca el Pacto Mundial de las Naciones Unidas; y la importancia para los empresarios de sumarse a esta iniciativa global. 

CONTEXTO DEL PACTO MUNDIAL DE LAS NACIONES UNIDAS

                                        

El Pacto Mundial de las Naciones Unidas surgió por iniciativa del entonces Secretario General de la ONU, Kofi Annan, tras un discurso pronunciado en el Foro Económico Mundial a principios de 1999. Las problemáticas globales que los países enfrentaban iban en aumento y su capacidad para hacerles frente era poca. El hambre, la pobreza, y el número de muertes por enfermedades tratables eran problemáticas que exigían nuevas formas de ser abordadas. Los Estados por sí solos no tienen la capacidad de hacer frente a los problemas de desarrollo del mundo, pero hay un aliado clave que puede contribuir en la lucha: el sector privado.

El 26 de julio del 2000, en la sede de las Naciones Unidas, inició la fase operacional de lo que ahora se conoce como el Pacto Mundial de las Naciones Unidas (UN Global Compact, en inglés). El Secretario General de la ONU, en un acto sin precedentes de colaboración entre la Organización y el sector privado, hizo un llamado mundial para que las empresas colaboraran con los organismos de la ONU, las organizaciones sindicales, y la sociedad civil, promoviendo principios sociales y ambientales de carácter universal.

El sector privado a nivel internacional pasó de ser visto como un actor cuyo único propósito era la generación de riqueza, a uno que tiene en esencia responsabilidad cívica y compromiso social. 

Las empresas adheridas, por voluntad propia, al Pacto Mundial de las Naciones Unidas, trabajaron en el cumplimiento de lo que fueran los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Los logros obtenidos en los ODM fueron clave para que, en el 2015, comenzara una nueva etapa de trabajo más ambiciosa y con un enfoque transversal, iniciativa que lleva por nombre "Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible".

La Agenda 2030 es una hoja de ruta que busca erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de todos, sin comprometer los recursos para las futuras generaciones (ver más). Esta Agenda pasó de los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los cuales la sociedad civil, el sector privado, y los gobiernos del mundo entero están comprometidos a alcanzarlos antes del 2030.

ALCANCES DEL CONVENIO DE COLABORACIÓN 

El Pacto Mundial de las Naciones Unidas hace un llamado a las empresas para que alineen sus estrategias y operaciones a 10 principios universales sobre derechos humanos, normas laborales, medio ambiente, y lucha contra la corrupción, todo esto teniendo como base a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. El Convenio de Colaboración recientemente firmado busca, por una parte, que las empresas se adhieran a los 10 principios universales del Pacto Mundial y, por la otra, incentivar la movilización de recursos y la participación del sector empresarial en los grupos de trabajo del Consejo Nacional de la Agenda 2030, la cual es presidida por el Gobierno.

En México, según el registro en línea del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, de los 656 participantes adheridos al Pacto, solamente 428 son empresas (pequeñas, medianas, y compañías). Los demás participantes representan  sectores como la academia, el gobierno, organizaciones de la sociedad civil, e incluso agrupaciones de empresarios. De las 255 Cámaras de Comercio que hay en el país, solamente una está adherida al Pacto Mundial (la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo del Valle de Toluca). 

El Convenio de Colaboración busca que los agremiados de los siete asociados del Consejo Coordinador Empresarial (CONCAMIN, CONCANACO, COPARMEX, AMIS, CMN, CNA, ABM) reconozcan su responsabilidad cívica en la promoción del bienestar social en México y los países donde sus empresas tienen presencia. Además de que se sumen al trabajo que el Gobierno de México y Naciones Unidas hacen para el cumplimiento de la Agenda 2030, a través de acciones que ayuden a cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y los 10 principios del Pacto Mundial.

Si lo anterior se logra (y hay un involucramiento activo del sector privado en los grupos de trabajo del Consejo Nacional de la Agenda 2030 del Gobierno de México), el país podrá alcanzar la Estrategia Nacional para la Puesta en Marcha de la Agenda 2030.

Solamente para dimensionar el abanico de oportunidades que el Convenio representa, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO) tiene 255 Cámaras Confederadas, que representan a más de 700,000 empresas afiliadas (en todo México). Esto quiere decir que, si solamente el 50% de las empresas afiliadas a las Cámaras Confederadas se adhieren al Pacto Mundial, México pasaría de contar con 428 empresas participantes a más de 350,000.

LOS 10 PRINCIPIOS DEL PACTO MUNDIAL DE LAS NACIONES UNIDAS

Los 10 principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas se dividen en cuatro categorías: Derechos Humanos, Normas Laborales, Medio Ambiente, y Anticorrupción. Los principios buscan impactar en la transversalidad de los ODS, por lo que si se trabaja en uno se impactará a varios Objetivos. Estos son los diez principios del Pacto:

Derechos Humanos

• Principio Nº 1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su ámbito de influencia.
• Principio Nº 2. Las empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

Normales Laborales

• Principio Nº 3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.
• Principio Nº 4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción.
• Principio Nº 5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.
• Principio Nº 6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

Medio Ambiente

• Principio Nº 7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.
• Principio Nº 8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.
• Principio Nº 9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

Anticorrupción

• Principio Nº 10. Las empresas e instituciones deberán trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

LA IMPORTANCIA PARA LAS EMPRESAS DE SUMARSE A LA INICIATIVA DEL PACTO MUNDIAL

Imagen ilustrativa del sitio oficial Red Pacto Mundial México

La razón de por qué sumarse al Pacto Mundial se puede sintetizar en una sola frase: porque nos conviene a todos. Un país con mayor bienestar social, sin brechas de desigualdad económica, social y ambiental; con un desarrollo sostenible; sin prácticas laborales discriminatorias; ni violencia institucional basada en la orientación sexual, identidad de género, condición de discapacidad e identidad étnica, nos conviene a todos. 

Desde hace 15 años la Red Mexicana del Pacto Mundial se encarga de acompañar a las empresas mexicanas en su proceso voluntario de adhesión. Integrarse a la Red permite a las empresas formar parte de la mayor iniciativa mundial de sostenibilidad empresarial; acceder a experiencias, herramientas y recursos de prestigio mundial; tener visibilidad mundial y conexiones con múltiples actores que generarán valor compartido para sus negocios, entre otros.

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) cada día abarca más áreas. Los consumidores (clientes) cada vez buscan invertir su dinero en servicios o productos de empresas preocupadas por el medio ambiente, su entorno social, y cuyas condiciones de trabajo sean competitivas. En la era digital la visibilidad de propuestas de solución a fenómenos de responsabilidad compartida generan sentido de identidad entre los clientes y una mayor lealtad hacia la empresa.

La mayoría de los empresarios en México conocen la importancia que tiene invertir en temas de RSE. Algunas empresas incluso año con año destinan cierto porcentaje de sus ganancias a obras altruistas que operan fundaciones u organizaciones de la sociedad civil; y otras más buscan día con día crear mejores ambientes de trabajo para integrar a sus equipos los mejores perfiles. Sumarse a la iniciativa del Pacto Mundial no quiere decir otra cosa más que canalizar los recursos que ya se invierten en temas de RSE, a objetivos globales con metas e indicadores medibles. El impacto a largo plazo de los recursos invertidos por las empresas en proyectos aislados no podrá compararse con el éxito de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

CONCLUSIONES

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible no es una agenda ni de las Naciones Unidas (como Organización) ni de los países que la integran (como actores exclusivos con capacidad de incidencia), es una agenda de todos. La globalización nos ha permitido que la interacción entre individuos, empresas, y gobiernos de todo el mundo sea posible. Las consecuencias de actos individualistas durante la historia del planeta han incrementado los niveles de pobreza y desigualdad entre las poblaciones. Los efectos del cambio climático son perceptibles por todos, sin importar la nacionalidad o ubicación geográfica donde los individuos se encuentren.

El Pacto Mundial parte de la idea de que los recursos de los gobiernos son limitados, mientras el impacto de acciones colectivas es infinito. Las empresas utilizan en la elaboración de sus productos insumos naturales, sociales, y mano de obra que forma parte de la cadena de valor del planeta. El paradigma de que el sector privado debe buscar generar riqueza ya no es sostenible (ni real). Las nuevas generaciones día con día están buscando innovar en sus estilos de vida para que su huella ambiental cada vez sea menor; para que las condiciones de vida de sus comunidades mejoren; y para que el mundo donde viven sea un lugar más justo (en todos los sentidos) para todos. Ellos se están dando cuenta de que lo que pasa en otras regiones del planeta impacta positiva o negativamente en sus vidas. Los problemas sociales, ambientales y económicos no tienen fronteras.

Con la firma del Convenio de Colaboración las empresas en México tendrán la oportunidad de retribuir al país los beneficios económicos generados gracias al mercado y recursos mexicanos. Más allá de un “deber” se debe de ver como una "responsabilidad". Si se invierten recursos en proyectos sociales, y se alinean los principios del Pacto Mundial a las estrategias y operaciones de las empresas, en un futuro tendremos una población con mejores condiciones de vida y menos desigualdades. El Pacto Mundial debe de ser visto como una inversión que en futuro beneficiará a todos: ciudadanos, medio ambiente, empresas, país, y planeta. Siempre con la mentalidad de trabajar para "no dejar a nadie atrás".

Braulio Fausto es Licenciado en Relaciones Internacionales con especialidad en Cooperación Internacional para el Desarrollo por el Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara. Ha colaborado en la promoción de los intereses de México en la Misión de México ante la ONU y la Misión de México ante las Agencias de la ONU con sede en Roma. Desde el 2018 colabora con la Cámara de Comercio de Ameca y la Fecanaco Jalisco en el desarrollo de propuestas para posicionar al sector privado en temas relevantes de la agenda municipal y estatal.